27 de septiembre de 2021
Dios te dice no tengas temor
confia en mi te dice Dios
Versículos de la Biblia sobre la Confianza
»- Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas. - Bendito el hombre que confía en el Señor
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto. - Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
- Pon en manos del Señor todas tus obras,
y tus proyectos se cumplirán. - Cuando cruces las aguas,
yo estaré contigo;
cuando cruces los ríos,
no te cubrirán sus aguas;
cuando camines por el fuego,
no te quemarás ni te abrasarán las llamas. - Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma. - Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.
- El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío». - Vivimos por fe, no por vista.
- Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios! - Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.
- No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida. - Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
- El Señor está cerca de quienes lo invocan,
de quienes lo invocan en verdad. - Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?» - Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado. - ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?
Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. - Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
- El que atiende a la palabra prospera.
¡Dichoso el que confía en el Señor! - Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».
- Confía en el Señor y haz el bien;
establécete en la tierra y mantente fiel. - Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
- Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal? - Cuán grande es tu bondad,
que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian. - Encomienda al Señor tu camino;
confía en él, y él actuará.
Hará que tu justicia resplandezca como el alba;
tu justa causa, como el sol de mediodía.
versículos biblicos que tienes que declarar en tu vida para protección de Dios
Versículos de la Biblia sobre la Protección


- Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
- Tú eres mi refugio;
tú me protegerás del peligro
y me rodearás con cánticos de liberación. Selah - Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura en momentos de angustia. - Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
- Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?» - No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti;
toda lengua que te acuse será refutada.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
la justicia que de mí procede
—afirma el Señor—. - Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
Me has despejado el camino,
así que mis tobillos no flaquean. - Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
- Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
- El Señor está conmigo, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal? - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
- Aun en la vejez, cuando ya peinen canas,
yo seré el mismo, yo los sostendré.
Yo los hice, y cuidaré de ustedes;
los sostendré y los libraré. - El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian. - Pero yo le cantaré a tu poder,
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia. - Por sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida. - Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo;
tú eres mi gloria;
¡tú mantienes en alto mi cabeza! - ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer. - Es mejor refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre. - Toda palabra de Dios es digna de crédito;
Dios protege a los que en él buscan refugio. - Torre inexpugnable es el nombre del Señor;
a ella corren los justos y se ponen a salvo. - ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles?
- Pues te cubrirá con sus plumas
y bajo sus alas hallarás refugio.
¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! - ¿Pues quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?
22 de agosto de 2021
oración para confiarse tus hijos a Dios
reconoce a Dios como tu padre Celestial
Mi família y yo estamos sobre el cuidado de Dios
Dios escucha tú oracion mamita
Entonces el rey ordenó: —No maten al niño. Entréguenlo a la que no quiere que lo maten. Ella es su verdadera madre. 1 Reyes 3:27 TLA
Cuando Dios permite que alguien venga a la vida, Él dispone que por el proceso natural esta nueva vida sea preservada en el lugar que Él considera más seguro, es decir, el vientre de la madre.
La madre que entiende esto, asumirá por el resto de sus días el cuidado de la vida de su hijo como una prioridad.
Mientras las cosas sean posibles, una mamá hará lo que sea necesario por cumplir su mandato de amor.
En la narración del primer libro de Reyes capítulo 3, desde el versículo 16, se nos cuenta la historia de dos mujeres prostitutas que han tenido cada una un hijo, con tres días de diferencia. Una de ellas se acostó sobre su hijo y lo aplastó. Cuando se dio cuenta que murió, se levantó y puso su hijo muerto al lado de la otra mujer, pero tomó al hijo vivo de la otra mujer y lo llevó a su cama.
Esta situación generó una discusión que se convirtió en una disputa jurídica que hizo que el caso llegara ante el Rey de Israel, el Rey Salomón.
El Rey escuchó el caso y observó cómo las dos mujeres alegaban que el niño vivo era de ellas. Así que, él, al ver que la situación era confusa, ordenó traer una espada y cuando se la trajeron ordenó que partieran al niño por la mitad para darle a cada madre una porción.
La verdadera madre reaccionó de inmediato y pidió que no le quitaran la vida al niño, mientras que la impostora pedía que sí lo partieran.
En ese instante el Rey Salomón supo cuál era la verdadera mamá.
En esta historia que es real, el rey Salomón representa a Dios, la madre del niño muerto representa el egoísmo y el corazón mundano que tiene todo ser humano. La madre del niño vivo representa a toda mamá que está dispuesta a actuar con fuerza y amor por la vida de su hijo.
Cuando una mamá ora, Dios oye esa oración y le concede su petición debido a que ella conoce las verdaderas necesidades de su hijo y por ello es concreta, sincera y efectiva.
Observo con regularidad que muchas oraciones tienen demasiadas explicaciones que Dios no necesita porque Él sabe qué es aquello que necesitamos (Mateo 6:8), sin embargo, cuando en la Biblia se muestra a mujeres que oran por sus hijos, ellas hacían oraciones precisas, cortas, sin rodeos y sin complicaciones.
De la oración de una madre podemos aprender que nuestro diálogo con Dios debe desbordarse en alabanza, agradecimiento y peticiones que alineen nuestro corazón a Su Voluntad.