22 de agosto de 2021

oración para confiarse tus hijos a Dios

oracion para confiarle tu  hijo  a  Dios

Padre Dios, me acerco a ti en oración y te doy gracias por mi hijo/a (di su nombre), que tú me diste para criarlo, cuidarlo y educarlo. Hoy te confieso que no puedo hacerlo sin tu ayuda, Señor. Por eso vengo a pedir tu ayuda para saber la mejor forma para guiarle hacia ti y tu verdad.
En el nombre de Jesús levanto a mi hijo y te lo entrego para que tú cumplas tu voluntad y tus propósitos para su vida. Estoy convencida de que sólo tú sabes lo que necesita. Tú lo conoces mejor que yo, Señor.
Tú lo cuidarás mejor que yo, tú estarás con él donde quiera que él se mueva para protegerlo de cualquier peligro. Y sólo tú puedes tocar su corazón de manera que su vida sea transformada.
Te pido que seas tú quien le enseñe todo lo que tenga que aprender y que yo no he sido capaz de enseñarle. Con esta oración te lo entrego para que le sanes todas sus heridas del pasado. Que restaures su corazón llenándolo con todo el amor que le hace falta para ser feliz.
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reconoce a Dios como tu padre Celestial

QUÉDATE QUIETA ESPERANDO EN DIOS
🌷🌿🌷🌿🌷
Deja de luchar y quédate quieta. Deja que Dios sea Dios en ese problema.

Permite que Él muestre su gloria en medio de la tormenta, porque Él mismo te lo está pidiendo:

«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!

El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob». Salmo 46:10-11

Qué significa "quédate quieta"

Quedarte quieta significa decirle a Dios: “Me rindo”.  Es decir, levantar las manos y adorarle reconociendo que Él es el único Dios  Todopoderoso, el Comandante en Jefe de los Ejércitos Celestiales.

Quedarte quieta te pone en una posición de recibir "la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:7), y soltar toda preocupación, ansiedad o aflicción, para confiar totalmente en el Rey de reyes y Señor de señores.

En otras palabras "quedarse quieta" significa dejar de preocuparse.
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Mi família y yo estamos sobre el cuidado de Dios

BAJO LA PROTECCIÓN DE DIOS
☂️🌸☂️🌸☂️
Sólo necesitas creer que estás bajo la protección de Dios para que tu vida tenga la paz y la confianza que necesitas. Esta es una promesa de Dios:

«Pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!» Salmo 91:4 DHH

Echa fuera el temor de tu vida hoy, la inseguridad en tu vida no existe porque estás viviendo bajo el amparo de nuestro Dios Todopoderoso.

Un ejemplo claro de vivir bajo la protección de Dios:

La gallina pone a sus pollitos bajo sus alas, para protegerlos del frío, de la lluvia, de los peligros y de todo lo que puedan dañarlos.

De la misma manera el Señor desea rodearte para cubrirte, cuidarte y salvarte de todo mal.

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Dios escucha tú oracion mamita

Entonces el rey ordenó: —No maten al niño. Entréguenlo a la que no quiere que lo maten. Ella es su verdadera madre. 1 Reyes 3:27 TLA

Cuando Dios permite que alguien venga a la vida, Él dispone que por el proceso natural esta nueva vida sea preservada en el lugar que Él considera más seguro, es decir, el vientre de la madre.
La madre que entiende esto, asumirá por el resto de sus días el cuidado de la vida de su hijo como una prioridad.
Mientras las cosas sean posibles, una mamá hará lo que sea necesario por cumplir su mandato de amor.

En la narración del primer libro de Reyes capítulo 3, desde el versículo 16, se nos cuenta la historia de dos mujeres prostitutas que han tenido cada una un hijo, con tres días de diferencia. Una de ellas se acostó sobre su hijo y lo aplastó. Cuando se dio cuenta que murió, se levantó y puso su hijo muerto al lado de la otra mujer, pero tomó al hijo vivo de la otra mujer y lo llevó a su cama.

Esta situación generó una discusión que se convirtió en una disputa jurídica que hizo que el caso llegara ante el Rey de Israel, el Rey Salomón.
El Rey escuchó el caso y observó cómo las dos mujeres alegaban que el niño vivo era de ellas. Así que, él, al ver que la situación era confusa, ordenó traer una espada y cuando se la trajeron ordenó que partieran al niño por la mitad para darle a cada madre una porción.

La verdadera madre reaccionó de inmediato y pidió que no le quitaran la vida al niño, mientras que la impostora pedía que sí lo partieran.
En ese instante el Rey Salomón supo cuál era la verdadera mamá.

En esta historia que es real, el rey Salomón representa a Dios, la madre del niño muerto representa el egoísmo y el corazón mundano que tiene todo ser humano. La madre del niño vivo representa a toda mamá que está dispuesta a actuar con fuerza y amor por la vida de su hijo.

Cuando una mamá ora, Dios oye esa oración y le concede su petición debido a que ella conoce las verdaderas necesidades de su hijo y por ello es concreta, sincera y efectiva.
Observo con regularidad que muchas oraciones tienen demasiadas explicaciones que Dios no necesita porque Él sabe qué es aquello que necesitamos (Mateo 6:8), sin embargo, cuando en la Biblia se muestra a mujeres que oran por sus hijos, ellas hacían oraciones precisas, cortas, sin rodeos y sin complicaciones.

De la oración de una madre podemos aprender que nuestro diálogo con Dios debe desbordarse en alabanza, agradecimiento y peticiones que alineen nuestro corazón a Su Voluntad.

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21 de agosto de 2021

alerta maxima⛅⛈⛈ uracan

🔴ALERTA MÁXIMA.- #Grace ingresa a tierra casi como un Huracán de categoría 4 sobre Tecolutla, Veracruz.

Esta noche, el Huracán Grace ha ingresado tierra sobre la 01:00 AM cerca de #Tecolutlá, #Veracruz, localizándose a 50 km al sur-sureste de #Tuxpan, Veracruz; 185 km al noroeste del Puerto de Veracruz manteniendo un desplazamiento hacia el oeste a 17 km/h.

Grace incrementó la velocidad de sus vientos como se tenía previsto, registrándose al momento de ingresar a Veracruz vientos sostenidos de 205 km/h con rachas de hasta 240 km/h, impactando cerca de un Huracán de categoría 4. En su avance sobre Veracruz y el centro de México, Grace debe comenzar a perder paulatinamente su fuerza y estructura como Huracán debido a las zonas montañosas.

Debido a la intensidad del Huracán, efectos negativos se registrarán como la caída de árboles, anuncios y letreros que no están sólidamente instalados, daños a los tejados de los edificios y también a puertas y ventanas, así como a las estructuras de los edificios pequeños, por lo que los habitantes deben resguardarse inmediatamente ante el paso del "ojo" y la muralla del sistema que podría ingresar durante esta madrugada.

Al ingresar sobre Veracruz, se desplazará gradualmente sobre #Puebla, #Hidalgo, #Tlaxcala, #Edomex y #CDMX con menor intensidad impulsando lluvias fuertes/severas sobre dichas regiones (incluyendo #Tamaulipas, #Querétaro (determinadas regiones) #SanLuisPotosí y #Morelos), así como fuertes rachas de viento.

El siguiente aviso de actualización se emitirá esta mañana sobre la 10:00 AM (o antes en caso de ser necesario), por lo que se recomienda estar atentos.
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18 de agosto de 2021

🙏Dios guarda a mis hijos de está pandemia

Consejos antes de orar por los niños

  • Procura estar solvente delante de Dios, antes de orar por otras personas y principalmente por niños requiere que estemos en santidad delante de Dios. (Hebreos 12:14).
  • Ten Fe en la oración, nada que no venga creyendo que Dios lo hará será recibido en el Reino de los Cielos. (Marcos 11:24).
  • Amar a los niños, parece mentira, pero existen «cristiano» que rechazan a los pequeños, incluso los ignoran en los planes de las iglesias. No ores por ellos por obligación, hazlo porque en tu corazón nace esa necesidad. (Santiago 5:16).
  • Oraciones cristianas por los niños

    «Amado Padre, tuya es la gloria y la honra, hoy glorificamos tu nombre pues tú has sido bueno con todos nosotros. Gracias Dios por la vida de cada uno de los pequeños que están hoy presentes. 

    Amado padre, nunca desampares a  mis hijos .. cuidalos  de  esta  pandemia...que ellos puedan ver desde pequeños los buenos caminos. Que su visión espiritual se despierte para que en su corazón alberguen la promesa de tu perdón y amor. 

    Que desde pequeños te alaben, que a esta edad sean ministrados por tu Espíritu Santo. Amado Dios, cuida su entrada y salida, que un día sean hombres y mujeres de bien. Hoy entregamos su vida en tus manos, en el nombre de Jesucristo, amén».

  • Motivos de oración por los niños

    Existen varios motivos por los que podríamos orar por los niños, incluso para crear un calendario de oración. A continuación te damos algunas razones por las que toda iglesia y grupo de oración debería estar intercediendo:

    • Por entrega completa de su vida a los pies de Cristo.
    • Por resguardo de su integridad física y mental.
    • Por llenura del Espíritu Santo en tu vida.
    • Por un futuro lleno de esperanza de recursos económicos para su desarrollo en todas las áreas de su vida.
    • Por una familia temerosa de Dios que lo pueda instruir en los caminos del evangelio.
    • Por sabiduría para que pueda discernir entre lo correcto y lo incorrecto.
    • Para que en su momento pueda descubrir el propósito de  Dios para su vida y se encamine sabiamente y lo cumpla.
    • Por el desarrollo los dones y ministerios que Dios decida darle.

    Oración de intercesión por los niños

    » Dios amado, hoy venimos ante tu presencia para orar por nuestros niños, ellos son muy especiales para nosotros y para tu reino. Hoy proclamamos a una sola voz para que su vida sea resguardada por tu mano poderosa. 

    Te pedimos por su integridad espiritual que el maligno no pueda dañar su mente y corazón, que ellos puedan recibir la llenura de tu Espíritu Santo. 

    Amado padre, clamamos para que sus padres tenga sabiduría para poderlos guiar en tus caminos. De igual manera, oramos para que prosperes a su familia y tengan los recursos para poder estudiar y llevar un plato de alimento a su mesa. Gracias por lo que has hecho, haces y harás en sus vidas, te los entregamos en esta hora, amén». 

    cómo orar por los niños

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ORACIÓN para recibir a Cristo en tu corazón

Recibe a Cristo como tu Salvador

Dios te ama tanto que lo demuestra por medio de su Hijo Jesucristo:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El. 18El que cree en El no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.” (Juan 3:16-18)

Dios está dispuesto a perdonarte de todos tus pecados:

“Venid ahora, y razonemos –dice el SEÑOR– aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos

; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.” (Isaías 1:18)

“Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

Cristo es el único camino para ser salvo:

Mateo 7:13-14 dice “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.”

En Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”

La Biblia dice “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9)

La invitación:

En Apocalipsis 3:20 Jesús dice “‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”

Ahora todo depende de qué decisión tomarás:

Por favor haz la siguiente oración para recibir a Cristo en tu corazón, y que tu nombre sea inscrito en el Libro de la Vida, y puedas así tener Vida Eterna por medio de Cristo Jesús:

Dios mio, reconozco que soy un pecador y me arrepiento de todos mis pecados. Creo en mi corazón que Jesucristo es el Señor y que es tu Hijo amado. Reconozco que Cristo murió por mis pecados, y que Tu le resucitaste de entre los muertos. Yo abro las puertas de mi corazón y te recibo como mi Señor y mi Salvador, amén.

Si haz hecho esta oración y lo haz creído en tu corazón; tu nombre ya ha sido inscrito en El Libro de la Vida, y hay gran gozo en el cielo.

¿Qué hacer ahora?

Comienza a leer la Biblia, y pídele al Espíritu Santo de Dios que te de entendimiento para discernir Su Palabra. Si actualmente estás congregándote en una iglesia, sigue haciéndolo pero pídele a Dios que te muestre si debes permanecer ahí; de no ser así, El te mostrará la iglesia en la que debes congregarte. 

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10 de agosto de 2021

acercarte a Dios confiafamente

¿Cómo acercarse a Dios y establecer la íntima relación con Dios?
1. Ora a Dios con un corazón honesto y déjate conmover por el Espíritu Santo
2. Cuando leas las palabras de Dios, contémplalas con tu corazón y comprenderás su verdadero significado.
3. Busca la verdad y practica la palabra de Dios en todas las cosas
4. Acude ante Dios y reflexiona cada día sobre ti mismo, mantén una relación estrecha con Dios
La Biblia dice: “Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). Como cristianos, sólo acercándonos a Dios y teniendo una interacción real con Él podemos mantener una relación normal con Dios y obtener la obra del Espíritu Santo. Es como si dos personas se asociaran entre sí, sólo pueden mantener una estrecha relación durante mucho tiempo siendo más abiertos el uno con el otro, comunicándose más cuando encuentran problemas, y comprendiéndose y respetándose mutuamente. Sin embargo, en estos tiempos acelerados, los trabajos exigentes, las relaciones complicadas y las malas tendencias sociales nos atraen y ocupan cada vez más. Las personas, los sucesos y las cosas del mundo exterior perturban fácilmente nuestros corazones y nos impiden mantener una relación normal con Dios. Esto nos lleva a alejarnos cada vez más de Él y, cuando nos vemos en problemas, se nos hace muy difícil calmarnos ante Dios, acercarnos a Él y buscar la iluminación y la guía del Espíritu Santo. A menudo hacemos las cosas sin una dirección o propósito correcto, y nuestros espíritus están constantemente en un estado de vacío y agitación. Entonces, ¿cómo exactamente podemos mantener una relación estrecha con Dios? Basta con comprender los cuatro puntos siguientes para que nuestra relación con Dios se vuelva sin duda más estrecha.
1. Ora a Dios con un corazón honesto y déjate conmover por el Espíritu Santo

La oración es el canal a través del cual nos comunicamos con Dios. La oración es el mejor medio para que nuestros corazones logren calmar ante Dios, para contemplar mejor la palabra de Dios, buscar Su voluntad y establecer una relación normal con Él. Pero en la vida, debido a que estamos ocupados con el trabajo o las tareas domésticas, a menudo hacemos como que oramos y tratamos a Dios a la ligera, sólo decimos unas cuantas palabras descuidadamente. Cuando estamos ocupados, por ejemplo a primera hora de la mañana, yendo al trabajo o con otra cosa, oramos apresuradamente: “¡Oh, Dios! Encomiendo el trabajo de hoy en Tus manos, y Te encomiendo a mis hijos y mis padres. Lo encomiendo todo en Tus manos y te pido que me bendigas y protejas. ¡Amén!”. Tratamos a Dios a la ligera diciendo unas pocas palabras al azar. Nuestros corazones no están tranquilos, ni mucho menos tenemos una interacción real con Dios. A veces, al orar, le decimos a Dios algunas palabras que suenan agradables y otras que suenan vacías y jactanciosas, pero no le decimos a Dios lo que hay en nuestros corazones. O a veces, cuando oramos, recitamos ciertas palabras de memoria y repetimos siempre esas mismas palabras viejas y rancias, se convierte por completo en una oración de un ritual religioso. En nuestras vidas pronunciamos muchas oraciones como esta: oraciones que se ciñen a las reglas, en las que no abrimos nuestros corazones a Dios ni buscamos su voluntad. Dios odia que digamos oraciones sin sentirlas realmente, pues ese tipo de oraciones corresponden a las apariencias y al ritual religioso y no hay una interacción real con Dios en nuestro espíritu. La gente que ora así está tratando a Dios a la ligera y está engañando a Dios. Por lo tanto, Dios no escucha esas oraciones y se hace muy difícil que el Espíritu Santo conmueva a las personas que oran de esta manera. Cuando oran así, son incapaces de sentir la presencia de Dios, sus espíritus son oscuros y débiles, y su relación con Dios se vuelve cada vez más distante.
El Señor Jesús dijo: “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Dios es el Creador que abarca todo el cielo y la tierra. Él está a nuestro lado en todo momento, observando cada una de nuestras palabras y acciones, cada uno de nuestros pensamientos e ideas. Dios es supremo, totalmente digno, y cuando oramos a Dios, adoramos a Dios, y debemos presentarnos ante Él con un corazón honesto. Por tanto, cuando oramos a Dios, debemos tener un corazón temeroso de Dios, hablarle con verdad y sinceridad, llevar nuestro estado real, nuestras dificultades y problemas ante Dios y hablarle de ellos, y debemos buscar la voluntad de Dios y el camino de la práctica, porque sólo de esta manera nuestras oraciones se conformarán a la voluntad de Dios. Por ejemplo, encontramos algunas dificultades en la vida o nos vemos viviendo en una situación en la que estamos constantemente pecando y confesando, y nos sentimos atormentados. Y así, abrimos nuestros corazones a Dios, le contamos estos problemas y buscamos Su voluntad, y Dios verá nuestra sinceridad y nos conmoverá. Él nos dará fe o nos iluminará para que entendamos Su voluntad. De esta manera, llegamos a comprender la verdad y a tener un camino a seguir. Por ejemplo, cuando al fin reconocemos que nuestras oraciones se ciñen a las reglas y se dicen como una formalidad, hablamos con jactancia o de una manera vacía y no estamos teniendo ninguna interacción real con Dios, entonces podemos orar de esta manera: “¡Oh, Dios! Antes, al orar, sólo te estaba tratando a la ligera. Todo lo que dije fue para engañarte y no hablaba con ninguna sinceridad; me siento muy en deuda contigo. De este día en adelante, deseo orar de corazón. Te diré lo que pienso de corazón, te adoraré con un corazón honesto y te pediré tu guía”. Cuando nos abrimos a Dios de esta manera, desde el fondo de nuestros corazones, es cuando somos conmovidos. Vemos entonces hasta qué punto nos hemos rebelado contra Dios, y deseamos todavía más arrepentirnos de verdad ante Dios y hablarle sinceramente. En ese momento, sentiremos que nuestra relación con Dios es extremadamente estrecha, como si estuviéramos cara a cara con Él. Ese es el resultado de abrir nuestros corazones a Dios.
Abrir nuestros corazones a Dios no tiene nada que ver con cuánto le decimos, o si usamos o no palabras extravagantes o un lenguaje elevado. Mientras abramos nuestros corazones a Dios y le hablemos de nuestro verdadero estado, busquemos Su guía e iluminación, entonces Dios nos escuchará incluso si sólo decimos unas pocas palabras sencillas. Cuando nos acercamos con frecuencia a Dios de esta manera, ya sea en reuniones o durante la devoción espiritual, o cuando caminamos por la calle o nos sentamos en el autobús o en el trabajo, nuestros corazones siempre se abrirán silenciosamente a Dios en oración. Sin ser conscientes de ello, nuestros corazones pueden entonces calmarse aún más ante Dios, comprenderemos más la voluntad de Dios y, cuando nos topemos con problemas, sabremos cómo practicar la verdad para satisfacer a Dios. De esta manera, nuestra relación con Dios será mucho más normal.

2. Cuando leas las palabras de Dios, contémplalas con tu corazón y comprenderás su verdadero significado.

Los cristianos practican la devoción espiritual y leen a diario las palabras de Dios. ¿Cómo podemos leer las palabras de Dios de manera que se consigan buenos resultados y además permitan que nuestra relación con Él se vuelva más cercana? La palabra de Dios dice: “La manera en que las personas creen en Dios, lo aman y lo satisfacen es llegando al Espíritu de Dios con el corazón, obteniendo de este modo Su satisfacción, y usando el corazón para comprometerse con las palabras de Dios y así poder ser conmovidos por Su Espíritu” (“Es muy importante establecer una relación normal con Dios”). Las palabras de Dios nos dicen que, cuando leemos Sus palabras, debemos contemplarlas e ir a buscarlas con el corazón, debemos obtener la iluminación del Espíritu Santo, y debemos entender la voluntad de Dios y lo que Él requiere de nosotros. Sólo leyendo las palabras de Dios de esta manera darán fruto nuestros esfuerzos y nos acercaremos más a Dios. Cuando leemos las palabras de Dios, si sólo les dedicamos una mirada fugaz, sin prestarle verdadera atención, si sólo nos enfocamos en entender las letras y doctrinas para lucirnos y no prestamos atención a entender el verdadero significado de las palabras de Dios, entonces da igual cuánto leamos Sus palabras, no nos conformaremos a Su voluntad, y mucho menos seremos capaces de establecer una relación normal con Dios.

Por tanto, cuando leemos las palabras de Dios, debemos calmar nuestros corazones y usar nuestros corazones para reflexionar por qué Dios dice tales cosas, cuál es la voluntad de Dios y qué resultados quiere lograr en nosotros al decir tales cosas. Sólo contemplando profundamente sus palabras de esta manera podremos entender la voluntad de Dios y estar más de acuerdo con su corazón, y nuestra relación con Dios será cada vez más normal. Por ejemplo, vemos que el Señor Jesús dice: “En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Todos podemos entender el significado superficial de esta declaración, que Dios desea que nos convirtamos en personas honestas. Pero debemos contemplar más profundamente asuntos como la importancia de ser una persona honesta, por qué Dios ama a las personas honestas y cómo exactamente llegar a ser una persona honesta. A través de la lectura de la oración y la contemplación de las palabras de Dios, entonces entendemos que la esencia de Dios es fiel, y que no hay falsedad o engaño en nada de lo que Dios dice o hace, y por lo tanto Dios ama a la gente honesta y odia a la gente embustera. Dios requiere que nos convirtamos en personas honestas, porque sólo llegando a ser personas honestas de acuerdo con los requerimientos de Dios podemos ser guiados por Dios a Su reino. Entonces, ¿cómo exactamente nos convertimos en gente honesta? En primer lugar, no debemos decir mentiras, sino que debemos ser puros y abiertos y decir lo que hay en nuestros corazones. En segundo lugar, no debe haber engaño en nuestros actos, debemos ser capaces de abandonar nuestros propios intereses y no engañar a Dios ni a los hombres. En tercer lugar, no debe haber engaño en nuestros corazones ni motivos personales u objetivos en nuestras acciones, sino que debemos actuar sólo para practicar la verdad y satisfacer a Dios. Después de que esta luz se ha logrado a través de la contemplación, reflexionamos sobre nuestras acciones y comportamiento y vemos que todavía poseemos muchas expresiones de engaño: cuando tratamos con otras personas, a menudo no podemos evitar mentir o engañarnos a nosotros mismos para salvaguardar nuestros propios intereses, reputación y estatus. Cuando nos entregamos a Dios, podemos decir en oración que deseamos amar a Dios y satisfacer a Dios, pero cuando nos sobrevienen pruebas, como cuando nuestro hijo enferma o nosotros mismos o un miembro de la familia pierde su trabajo, inmediatamente comenzamos a quejarnos a Dios, tanto que queremos renunciar a nuestra obra en la iglesia. Con esto, podemos ver que nos entregamos a Dios de una manera que está manchada, pues hacemos tratos con Dios. Nos entregamos a Dios para aprovecharnos de Él, y no sólo para satisfacerlo. Estos son sólo algunos ejemplos de nuestras expresiones de engaño. A partir de ellas, podemos ver que no somos personas realmente honestas. Una vez que vemos claramente nuestros propios defectos y deficiencias, surge en nosotros la determinación de tener sed de la verdad y buscamos practicar más las palabras de Dios en nuestras vidas. Este es el resultado de la contemplación de la palabra de Dios.
Por supuesto, este resultado no puede lograrse contemplando las palabras de Dios una sola vez, sino más bien a través de la contemplación de Sus palabras muchas veces. También, debemos practicar conscientemente las palabras de Dios siempre que nos topamos con problemas. En resumen, mientras contemplemos incesantemente las palabras de Dios con nuestros corazones de esta manera, entonces podremos obtener la iluminación y el esclarecimiento del Espíritu Santo. Un día, ganaremos algo de nueva luz, y al día siguiente ganaremos un poco más de nueva luz y, con el tiempo, seremos capaces de entender más acerca de la verdad en las palabras de Dios, el camino de la práctica será más claro, nuestras vidas progresarán gradualmente y nuestra relación con Dios será cada vez más estrecha.

3. Busca la verdad y practica la palabra de Dios en todas las cosas

Lo más crucial para que los cristianos mantengan una relación normal con Dios es buscar la verdad cuando nos topamos con problemas y practicar de acuerdo con su palabra. Pero en la vida, cuando nos encontramos con problemas, a menudo nos basamos en nuestras propias experiencias para gestionarlos, empleamos medios humanos o lo hacemos de acuerdo con nuestras propias preferencias. Rara vez nos calmamos ante Dios y buscamos la verdad, o gestionamos el asunto de acuerdo con la voluntad de Dios. Esto nos hace perder muchas oportunidades de practicar la verdad, y así nos alejamos cada vez más de Dios. La palabra de Dios dice, “Independientemente de lo que estés haciendo, de lo grande o pequeño que sea el asunto y de si lo estás haciendo para cumplir con tu deber en la casa de Dios o por tus propias razones privadas, debes considerar si lo que estás haciendo es conforme a la voluntad de Dios, así como si es algo que una persona con humanidad debería hacer. Si buscas la verdad de esta manera en todo lo que haces, entonces eres una persona que verdaderamente cree en Dios” (“Buscar la voluntad de Dios es en aras de practicar la verdad”). “Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos” (Juan 8:31). Las palabras de Dios nos muestran un camino claro. Ya sea que estemos trabajando en la iglesia o gestionando asuntos que nos hemos encontrado en nuestras vidas, siempre debemos buscar la verdad y entender la voluntad de Dios, ver cómo gestionar el asunto de una manera que cumpla con los requisitos de Dios, usar la verdad para resolver todos los problemas que podamos encontrarnos y mantener nuestra relación normal con Dios.
Por ejemplo, veamos cómo debemos buscar la verdad cuando elegimos a nuestro cónyuge. Cuando buscamos una pareja, siempre nos guiamos por nuestras propias preferencias y nos centramos en el aspecto exterior y el temperamento de la persona, buscamos a un hombre alto, rico y guapo, o a una mujer de piel clara, rica y hermosa, creyendo que sólo tendremos un matrimonio feliz si nos casamos con alguien así, que viviremos vidas fáciles, cómodas y placenteras y que los demás tendrán envidia de nosotros. Sin embargo, ¿nos preguntamos alguna vez si encontrar una pareja así es beneficioso para nuestra creencia en Dios y nuestra progresión en la vida? Si nuestra pareja no cree en Dios y trata de impedir que creamos en Dios, ¿cuál será el resultado? La Biblia dice: “No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos” (2 Corintios 6:14). De esto entendemos que las aspiraciones de los creyentes y los incrédulos no van de la mano y no coinciden. En sus acercamientos a la fe y a las tendencias sociales, cada uno tendrá sus propios puntos de vista y perseguirá cosas diferentes: un cristiano querrá seguir el camino de temer a Dios y evitar el mal, mientras que un incrédulo querrá seguir las tendencias del mal en el mundo. Cuando nos unimos a un incrédulo, somos influenciados por él y nuestra progresión en la vida se detiene. Por tanto, al elegir una pareja, debemos tener en cuenta la humanidad y el carácter de la persona y considerar si asociarnos con ella beneficiará nuestra creencia en Dios, si estamos o no en la misma onda y si nuestras aspiraciones coinciden o no. Si no consideramos estas cosas, sino que nos centramos únicamente en la apariencia exterior de la persona y su situación familiar, entonces, después de casarnos sufriremos por no estar en la misma onda. Si nuestra pareja también trata de coaccionarnos e impedirnos creer en Dios, entonces esto arruinará aún más nuestras vidas espirituales. Por tanto, da igual los problemas que nos encontremos en nuestras vidas, sólo buscando la verdad, entendiendo la voluntad de Dios y actuando de acuerdo a ella, podremos vivir bajo el cuidado y protección de Dios, y sólo de esa manera podemos mantener nuestra relación normal con Dios.
4. Acude ante Dios y reflexiona cada día sobre ti mismo, mantén una relación estrecha con Dios
Jehová Dios dijo: “Considerad bien vuestros caminos” (Hageo 1:7). A partir de las palabras de Dios, vemos que reflexionar sobre nosotros mismos es muy necesario para nuestra entrada en la vida. Mediante la reflexión, podemos ver que tenemos muchas deficiencias y estamos muy por debajo de los criterios requeridos por Dios. La motivación para perseguir la verdad surge por lo tanto en nosotros, decidimos abandonar nuestra carne y hacemos todo lo posible para practicar de acuerdo con la Palabra de Dios. De esta manera, nos preocupamos de actuar de acuerdo con los requisitos de Dios en nuestras experiencias prácticas, practicamos la palabra de Dios y nuestra relación con Él se vuelve cada vez más normal. Por ejemplo, aquellos de nosotros que servimos como líderes en la iglesia vemos que en la Biblia dice: “Pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño” (1 Pedro 5:2-3). Por tanto, debemos comprometernos con la autorreflexión cuando estamos pastoreando a nuestros hermanos y hermanas, y preguntarnos: ¿Nos estamos ocupando de dar testimonio de las palabras del Señor y de su voluntad, de guiar a nuestros hermanos y hermanas ante Dios, o decimos cosas que suenan bien y que no tienen sentido cuando predicamos sermones sólo para presumir, meras letras y doctrinas para hacer que nuestros hermanos y hermanas nos adoren y nos admiren? Cuando los hermanos y hermanas nos hacen sugerencias razonables, ¿reflexionamos sobre nuestros propios problemas o nos negamos a aceptar sus sugerencias, hasta el punto de que incluso ponemos excusas y tratamos de reivindicarnos? A través de la autorreflexión, podemos ver que todavía hay muchas facetas de nuestro servicio a Dios en las que somos rebeldes, y que todavía poseemos mucho carácter corrupto que requiere que busquemos persistentemente la verdad para que se resuelva. De esta manera, podemos comportarnos humildemente, podemos buscar más la voluntad de Dios en nuestra obra y podemos guiar a nuestros hermanos y hermanas de acuerdo con las exigencias de Dios. Si somos incapaces de presentarnos frecuentemente ante Dios y reflexionar sobre nosotros mismos, entonces no reconoceremos nuestras propias corrupciones y defectos y seguiremos creyendo que somos personas que buscan la verdad. Por tanto, nos contentaremos con quedarnos quietos, rehusaremos progresar y nos volveremos cada vez más arrogantes y santurrones, creyendo que nos conformamos al corazón de Dios. En realidad, sin embargo, nuestras acciones y comportamiento serán inaceptables para Dios, y Dios nos detestará. Por tanto, se puede ver que es muy importante que uno autorreflexione con frecuencia y que la práctica de la verdad se construya sobre la base del conocimiento de uno mismo. Sólo teniendo un verdadero conocimiento de las propias corrupciones y defectos puede surgir el remordimiento, y entonces uno estará dispuesto a perseguir la verdad y a practicar las palabras de Dios. La autorreflexión es muy beneficiosa para nuestra progresión en la vida y es lo más indispensable para acercarnos a Dios.
Hay muchas maneras de reflexionar sobre nosotros mismos: podemos hacerlo a la luz de la palabra de Dios; en los errores que cometemos en nuestra vida diaria; o que otros señalen nuestros defectos y corrupciones es una oportunidad aún mejor para reflexionar sobre nosotros mismos. Además, cuando percibimos los errores cometidos por aquellos que nos rodean, también podemos reflexionar sobre nosotros mismos, tomar sus errores como una advertencia, aprender lecciones, ser beneficiados por ellos y demás. La autorreflexión no se limita al día o la noche. En cualquier momento y en cualquier lugar, podemos orar a Dios en nuestros corazones, reflexionar y conocer nuestras propias corrupciones, podemos buscar la voluntad y los requisitos de Dios dentro de Sus palabras y arrepentirnos a tiempo. Sin embargo, antes de irnos a la cama cada noche, debemos reflexionar y resumir todo lo que hicimos ese día, y entonces podremos tener una idea más clara de nuestros estados y saber qué cosas no hemos hecho bien aún. Una vez que comencemos a hacer esto, nuestra búsqueda será más direccional y más beneficiosa para establecer una relación normal con Dios.
Hermanos y hermanas, los cuatro puntos anteriores son el camino de la práctica para acercarnos a Dios. Mientras pongamos estos puntos en práctica, nuestra relación con Dios se volverá más estrecha, tendremos un camino de práctica con los problemas que nos topemos y Dios nos concederá paz y gozo y nos capacitará para vivir en Sus bendiciones. Así que, ¿por qué no empezamos ahora mismo?
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9 de agosto de 2021

oración para pedir a Dios un trabajo

ORACION POR LOS QUE NO TIENEN TRABAJO

Padre Santo:
Tu, el dueño de todo y el que todo lo puedes, provee de un trabajo a todos aquellos que tanto lo necesitan.  Tu que conoces sus anhelos, necesidades y sueños, proveeles ese trabajo que necesitan para poder hacer realidad sus sueños o para llenar sus necesidades.    Bendice a cada uno con un trabajo digno  que ellos quiza andan buscando desde hace mucho tiempo.  Todo lo pedido, lo damos por recibido, en el nombre poderoso de Jesús.  Amen.
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oremos a Dios juntos por los que están enfermos de covid y por sus familias

Como cristianos, nos volvemos a Dios en tiempos de temor e incertidumbre como lo hacemos en tiempos de alegría y celebración. Te invitamos a unirte a nosotros mientras oramos para que el corazón de amor, misericordia y verdad de Dios habite en todos nosotros y nos muestre cómo enfrentar los desafíos que plantea el nuevo coronavirus.
 
Oremos para que el nuevo coronavirus deje de propagarse.
Dios todopoderoso, sabemos que todo está bajo tu control soberano. Te pedimos que evites que este nuevo coronavirus continúe propagándose. Brinda a los funcionarios del gobierno la capacidad de manejar con seguridad a las personas que llegan de otros países. Ayuda a las personas a decidir quedarse en casa en lugar de viajar o salir innecesariamente. Espíritu Santo, recuerda a las personas que se laven las manos adecuadamente. Y si bien puede ser desgarrador, consuela a las familias mientras deciden mantenerse alejadas de los ancianos u otros familiares de alto riesgo.

“Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar…”
—Salmo 46: 1-2 (NVI)

 
Oremos por las personas que están infectadas con COVID-19 o que enfrentan cuarentena.
Jesús, durante tu ministerio en la Tierra, mostraste tu poder y cuidado al sanar a personas de todas las edades y estaciones de la vida de dolencias físicas, mentales y espirituales. Está presente ahora con las personas que necesitan tu toque de amor debido al COVID-19. Que puedan sentir tu poder de curación a través del cuidado de médicos y enfermeras.
Elimina el miedo, la ansiedad y los sentimientos de aislamiento de las personas que reciben tratamiento o están en cuarentena. Dales un sentido de propósito en la búsqueda de la salud y la protección de los demás de la exposición a la enfermedad. Protege a sus familias y amigos, y bríndale paz a todos los que los aman.
 
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.”
—Filipenses 4: 6 (NVI)


Oremos por protección para las personas con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Querido Señor, elevamos a ti nuestra preocupación por las personas que tienen más probabilidades que otras de enfermarse gravemente por COVID-19: los ancianos y las personas con afecciones crónicas de salud. Protéjelos del daño y consuélalos en este momento de incertidumbre y, para muchos, aislamiento preventivo de sus seres queridos.
 

“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”
—1 Pedro 5: 7 (NVI)

 
Oremos por profesionales médicos, cuidadores e investigadores.
Dios, a medida que más personas se enferman, los trabajadores de la salud y los socorristas trabajan más horas con menos suministros y con más riesgo de contraer el nuevo coronavirus. Renueva su energía y sostenla en turnos largos. Trae tu protección sobre ellos mientras trabajan con los pacientes. Multiplica sus suministros para que tengan los elementos de protección necesarios para mantenerse a salvo en el trabajo.
Inspira y fortalece a los médicos de investigación que desarrollan mejores pruebas para diagnosticar el virus, crear vacunas para prevenirlo e identificar protocolos para eliminar la propagación de la enfermedad.
 

“Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.”
—Salmo 23: 4 (NVI)

 
Oremos por los líderes responsables de tomar decisiones sobre el nuevo coronavirus.
Padre, buscamos tu sabiduría a diario. Estar con las personas que toman decisiones que afectan la vida y el futuro de nuestras familias, comunidades, países y el mundo en general. Oramos para que se comuniquen de manera clara, veraz y tranquila, entre ellos y con el público, y que sus mensajes sean recibidos y atendidos. Que la verdad y la empatía sean los pilares de las personas que establecen políticas para nuestra protección.
 

“Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él seguirá librándonos. Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros…”
—2 Corintios 1: 10-11 (NVI)

 Oremos por las familias que se adaptan a las nuevas formas de vida.
Espíritu Santo, a medida que las familias se adaptan a que todos estén en casa, a medida que cierran las empresas y las escuelas, te pedimos que guíes a las personas en sus nuevas realidades. Dale gracia a los cónyuges. Indica a los padres desgastados que hablen palabras de bondad y aliento a sus hijos. Ayuda a los niños a encontrar formas creativas de experimentar la belleza de todo lo que han creado y continuar aprendiendo.
 

“Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro.”
—Salmo 57: 1 (NVI)
 

Oremos por los dueños de negocios y las familias que enfrentan estrés financiero.
Jesús, te agradecemos por tu fidelidad en la forma en que has guiado y equipado a las personas en sus trabajos y has provisto en el pasado. Puede ser aterrador y abrumador no saber cómo se pagarán las facturas y las obligaciones o no poder mantener a las familias. A medida que las personas sientan tensión financiera durante la incertidumbre, llévales consuelo y paz, recordándoles que estás allí para ellos. Provee para ellos en sus momentos de necesidad.
 

“La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.”
—Juan 14:27 (NVI)

 
Oremos por los trabajadores de las tiendas de comestibles y los conductores de entrega.
Señor, estamos muy agradecidos por todas las personas que continúan trabajando cada día para que las personas puedan comer. Te pedimos que los bendigas y los protejas mientras sirven. Dales gracia para manejar a los clientes descontentos durante la escasez de suministros. Mantén sus cuerpos saludables mientras descargan y almacenan cajas de suministros. Mantén sus automóviles y camiones funcionando sin problemas mientras entregan los suministros necesarios y la comida que la gente ha pedido en línea. Y por favor protégelos a todos de contraer el nuevo coronavirus.
 

“El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”
—Lamentaciones 3: 22-23 (NVI)

 
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2 de agosto de 2021

acercate a Dios confiadamente

Acercándonos Reverentes al Trono de la Gracia

 TEXTO BIBLICO: LUCAS 14:10

Es cierto que cuando empieza en el alma la vida de gracia, nos acercamos a nuestro Dios, pero lo hacemos con gran temor y temblor. Bosquejo cristiano para predicar de Lucas 14:10

El cristiano es invitado a subir más arriba, a tener más amplio acceso a Dios por Cristo Jesús

Texto Biblico: Lucas 14:10
Acercándonos reverentes al trono de la gracia bosquejos cristiano para predicar de Lucas 14:10

Amigo, sube más arriba

(Lucas 14:10)

Es cierto que cuando empieza en el alma la vida de gracia, nos acercamos a nuestro Dios, pero lo hacemos con gran temor y temblor. El alma, consciente de su culpa y humillada por ella, se siente intimidada ante lo solemne de su posición; y consciente también de la magnificencia de Jehová, ante cuya presencia se halla, cae a tierra en profunda humildad.

Ocupa así con sincera modestia el lugar más humilde. Pero en la vida subsiguiente, a medida que el cristiano crezca en la gracia, el temor perderá su terror y se transformará en santa reverencia; y esto se realizará sin que el cristiano olvide lo solemne de su posición ni pierda aquel santo temor que debe acompañar al creyente cuando esté en la presencia de Dios.
El cristiano es invitado a subir más arriba, a tener más amplio acceso a Dios por Cristo Jesús.

Entonces el hombre de Dios, andando en medio de los esplendores de la Deidad, y cubriendo su rostro como los gloriosos querubines con aquellas dos alas, que son la sangre y la justicia de Jesús, se acercará reverente e inclinado en espíritu al trono de la gracia, y viendo allí a un Dios de amor, de bondad y de misericordia, percibirá más bien el pacto de Dios que su absoluta Deidad.

Verá en Dios su bondad más bien que su grandeza; su amor más bien que su majestad. Entonces el alma, inclinándose aún, tan humildemente como antes, gozará de una más sagrada libertad de intercesión, pues mientras se postra delante de la gloria del Dios Infinito será confortada sabiendo que está en la presencia de la ilimitada misericordia y del infinito amor, y que es acepta en el Amado.

Así, pues, al creyente se le invita a subir más arriba y se le capacita para ejercer el privilegio de regocijarse en Dios, y de acercarse a Él con santa confianza, diciéndole: «Abba, Padre».
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Dios te dice amigo hijo mio

Amistad con Dios
 BIBLICO: GÉNESIS 18:17

¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer...? (Génesis 18:17). Los deleites de Su amistad. Génesis 18 nos expone el deleite de la verdadera amistad con Dios, en comparación con el simple «sentir» Su presencia ocasionalmente en oración.

Abraham, amigo de Dios

Texto Biblico: Génesis 18:17
Los deleites de Su amistad. Génesis 18 nos expone el deleite de la verdadera amistad con Dios, en comparación con el simple «sentir» Su presencia ocasionalmente en oración. Esta amistad quiere decir estar tan íntimamente en contacto con Dios que nunca te hace falta pedir que te muestre Su voluntad. Es evidencia de un nivel de intimidad que confirma que estás acercándote a la etapa final de disciplina en la vida de la fe.

Si tienes una relación recta y abierta con Dios, disfrutas de una vida de libertad y gozo; hasta el punto en que tú mismo eres la voluntad de Dios. Y todas tus decisiones de sentido común son en realidad Su voluntad para ti, excepto si sientes una sensación de freno que emerge como un obstáculo en tu espíritu. Eres libre de tomar decisiones a la luz de una amistad perfecta y deleitosa con Dios, sabiendo que si tus decisiones son erradas Él te avisará con amor mediante esta sensación de freno. Cuando lo haga, has de detenerte inmediatamente.

Las dificultades de Su amistad. ¿Por qué dejó Abraham de orar? Porque estaba aún lejos del nivel de intimidad en su relación con Dios que le habría posibilitado seguir insistiendo en oración hasta que le concediese su deseo. Cuando cesamos en la oración lejos de alcanzar nuestro objetivo y decimos: «Bien, no lo sé, quizá no sea la voluntad de Dios», es porque aún no hemos alcanzado el nivel.

Ello demuestra que no estamos tan íntimamente familiarizados con Dios como lo estaba Jesús y como Jesús querría que lo estuviésemos —«...que sean uno, así como nosotros somos uno...» (Juan 17:22). Piensa en la última cosa por la que oraste —¿estabas entregado a tu deseo o a Dios? ¿Querías conseguir algún don de Dios para ti mismo o llegar a Dios?

«Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis» (Mateo 6:8). La razón única del pedir es que puedas conocer mejor a Dios. «Pon asimismo tu delicia en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmo 37:4). Debemos persistir en la oración para conseguir un perfecto entendimiento de Él.
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construye tu matrimonio en Dios

Cómo Construir un Matrimonio Fuerte
 BIBLICO: 1 PEDRO 3.7

Reflexión para matrimonios basada en 1 Pedro 3:7. ¿Cómo abordar las diferencias en el matrimonio? El matrimonio de dos cristianos es ante todo un compromiso con Jesucristo y luego de uno con el otro

Abandone su idea de la pareja perfecta y empiece a aprender a comprender y amar la pareja que tiene

Texto Biblico: 1 Pedro 3.7
Cómo construir un matrimonio fuerte
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer.
1 PEDRO 3.7

El matrimonio de dos cristianos es ante todo un compromiso con Jesucristo y luego de uno con el otro. A Satanás le encanta destruir los matrimonios y la mejor protección en contra de sus ataques es una profunda relación, mutuamente compartida, con Jesucristo y un compromiso a obedecer la Palabra de Dios. Ante este tipo de compromiso, no creo que un matrimonio pueda fracasar.

Sin embargo, para ampliar sobre esto, aquí hay dos principios que fortalecen el matrimonio. En primer lugar, concentrarse en ser lo que usted debe ser en lo interno, no solo en lo que dice, lo que tiene o incluso su apariencia externa.

Pedro le da a este principio a las esposas en 1 Pedro 3.3–4, pero sin duda se aplica a los esposos también: «Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios».

Un segundo principio es el siguiente: concéntrese en aprender quién es su cónyuge. He aconsejado a muchas personas cuyos matrimonios estaban decayendo simplemente porque nunca habían tenido tiempo para llegar a conocer uno al otro.

Es importante darse cuenta de que ninguna persona es perfecta y el matrimonio tampoco lo es. Si está aferrado con frustración a un ideal de lo que quiere que su cónyuge sea, usted está dañando su matrimonio.

Abandone su idea de la pareja perfecta y empiece a aprender a comprender y amar la pareja que tiene. Viva con su pareja «sabiamente» (1 Pedro 3.7).

¿Qué puede hacer o va a hacer para ser un estudioso de su cónyuge
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Eres un diamante en las manos de Dios

Siendo Diamantes en Manos del Orfebre
TEXTO BIBLICO: ECLESIASTÉS 7:8

Que la fe tenga su obra perfecta, pues el día cuando la corona sea puesta en la cabeza del Rey eterno, inmortal, invisible, un rayo de gloria saldrá de ti. Ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová, en aquel día.

Mejor es el fin del negocio que su principio

Texto Biblico: Eclesiastés 7:8
Siendo Diamantes en Manos del Orfebre Reflexiones Cristians de Charles Spurgeon

Mejor es el fin del negocio que su principio
(Eclesiastés 7:8)

Mira al Señor y Maestro de David. Observa su principio. «Despreciado y desechado entre los hombres; varón de dolores, experimentado en quebranto.» ¿Quieres ver el fin? Está sentado a la diestra del Padre, esperando a que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. «Como Él es, así también somos nosotros en este mundo.» Tú debes llevar la cruz, de lo contrario nunca te ceñirás la corona; has de pasar a través del lodo, de lo contrario nunca andarás por las calles de oro.
¡Toma ánimo, pues, abatido cristiano! «Mejor es el fin del negocio que su principio.» ¡Mira cuán despreciable es la apariencia de aquella oruga que se arrastra! Ése es el principio de la cosa. ¡Mira aquel insecto con vistosas alas que juguetea a los rayos del sol y liba en las flores, lleno de vida y felicidad! Ése es el fin de la cosa. Esa oruga eres tú, mientras estés en la crisálida de la muerte, pero cuando Cristo aparezca serás como Él, pues lo verás como Él es.

Alégrate por ser igual a Él, «gusano y no hombre», para que, como Él, te sacies cuando despertares a su semejanza. El diamante en bruto se pone en el torno del lapidario. Él lo corta en todos los lados. El diamante pierde mucho, que parece precioso.

El rey es coronado; se coloca la diadema en la cabeza del monarca, con alegres toques de corneta. En esa corona centellea un brillante rayo que procede justo del diamante que, hace un rato, el lapidario trató tan despiadadamente. Puedes compararte no más a ese diamante, pues tú eres un componente del pueblo de Dios, y éste es el tiempo cuando tienes que ser tallado.

Que la fe tenga su obra perfecta, pues el día cuando la corona sea puesta en la cabeza del Rey eterno, inmortal, invisible, un rayo de gloria saldrá de ti. «Ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová, en aquel día.» «Mejor es el fin del negocio que su principio».
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